Una crema aterciopelada, sabrosa, perfumada, fresca y elegante que combina el delicado perfume de la trufa de verano con el ingrediente al que Italia ha dado más usos refinados y deliciosos que cualquier otra cultura culinaria del mundo: la alcachofa. Soberbiamente rica en matices y de una amplísima versatilidad, su gran potencia organoléptica brillará por igual en recetas elaboradamente sofisticadas y en platos sencillos, tanto si la empleas sola como si la diluyes en aceite. Bruschettas espectaculares, aperitivos seductores, ensaladas originales, pasta, risotto, acompañamientos… Incluso puedes incorporarla a la masa con la que elaboras la pasta fresca.
